El nuevo acuerdo con los estados miembros de la Unión Europea pretende que todo el territorio pueda disponer de agua corriente de calidad. De esta manera, se conseguirá un aumento de la confianza en el agua del grifo y un menor consumo de agua embotellada. Por consiguiente, una reducción de la cantidad de residuos plásticos y de la basura marina.

Para ello, este nuevo acuerdo quiere garantizar que toda la Unión Europea pueda disponer de agua corriente de calidad y segura para el consumo. Facilitar el acceso de agua potable a las personas más vulnerables. Además de garantizar el suministro gratuito en los edificios públicos, animando así a los restaurantes, comedores y otros servicios.

Con todas estas medidas, y según la Comisión Europea, un menor consumo de agua embotellada podría ahorrar a los hogares de la UE más de 600 millones de euros al año.

Noticia de “Aguasresiduales.info”