Aguas residuales: del problema a la solución
Una gestión eficiente de las aguas residuales podría proporcionar energía a 500 millones de personas. Las instalaciones de tratamiento de aguas residuales tienen el potencial de convertirse en generadores de energía, en lugar de consumidores, al tiempo que crean agua limpia que se devuelve al ecosistema local, suministrando más de 10 veces el agua que proporciona la actual capacidad mundial de desalinización.
Las aguas residuales son uno de los mayores contaminantes del medioambiente por su alto poder degradante que puede corromper aguas limpias o acuíferos a través de filtraciones. Sin embargo, con las políticas adecuadas, las aguas residuales son un recurso de inestimable valor.
En el informe “Aguas residuales: del problema a la solución” elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se destaca la urgencia de desarrollar y aplicar #soluciones para la gestión sostenible del agua y las aguas residuales, mediante las cuales se consiga, tanto la recuperación y reutilización de los #recursos hídricos, como otros beneficios colaterales. Actualmente, sólo se reutiliza el 11% de las aguas residuales tratadas en el mundo, y alrededor del 50% de aquellas que no reciben ningún tratamiento siguen llegando a ríos, lagos y mares, permitiendo que contaminen los ecosistemas de los que dependemos.
Una gestión eficiente de las aguas residuales podría proporcionar energía a 500 millones de personas. Tras un proceso químico complejo, los microorganismos descompuestos de las depuradoras de agua pueden convertirse en energía verde. Con esta transformación, las instalaciones de tratamiento de aguas residuales tienen el potencial de convertirse en generadores de energía, en lugar de consumidores, al tiempo que crean agua limpia que se devuelve al ecosistema local, suministrando más de 10 veces el agua que proporciona la actual capacidad mundial de desalinización. Reutilizando también el fósforo, el potasio y el nitrógeno que contienen las aguas negras, se podría reducir la dependencia de los fertilizantes sintéticos, compensando el 13,4% de la demanda mundial de nutrientes agrícolas.
Las aguas residuales son un componente esencial en la #economíacircular, un recurso que puede aportar soluciones sostenibles para hacer frente a las múltiples crisis de la sociedad. Por ello la agencia insta a los responsables de todas las regiones del mundo a llevar a cabo tres acciones clave:
• Prevenir la contaminación de flujos de agua: separando y eliminando residuos antes de que lleguen al agua (componentes químicos, microplásticos…) es más fácil y seguro reutilizarla y devolverla al medio natural.
• Reducir el volumen de aguas residuales: una menor cantidad hará más factible su recuperación y disminuirá el coste de su recogida.
• Gestionarlas de manera sostenible para recuperar y reutilizar recursos, consiguiendo su optimización.
Para lograr estas acciones es necesario el apoyo de legislaciones coherentes a nivel local y global, fomentar la concienciación, la inversión en innovación y la mejora en recopilación de datos e información.
Por ello es tan importante desarrollar e implantar sistemas de monitorización continua que recopilen datos en tiempo real en diferentes puntos del ciclo del agua y en instalaciones depuradoras, para llevar un control de la calidad del agua y sus parámetros físico-químicos de manera eficaz y eficiente.
Únete al futuro del control continuo de la calidad del agua